viernes, 29 de febrero de 2008



Versión de Such Great Highs
por Ben Fold
(atención a los últimos segundos...)

jueves, 28 de febrero de 2008

Empecé a despreciar los periódicos porque sentía la obligación de leerlos enteros, con todas sus páginas y pies de foto. Agobiante. Después los odié cuando me di cuenta que eran una panda de dilentantes nefastos. Aprendí a guardar silencio y no ser "periodista", o jornalero, como los llamaba Schopenhauer.

(hasta que llegó el blog)
"Yo mismo me respondo, no la otra persona. La otra persona queda inafectada"

"El individuo que se forma de acuerdo a los intereses de su individualidad es más útil a la sociedad que el que se forma de acuerdo a los intereses de la sociedad"

"Debemos expresarnos en enigmas para no participar de la violencia de la palabra. La filosofía tiene que ser esotérica"

"Para filosofar hay que estar enamorado... el amor es el entusiasmo de que hablan los griegos, entusiasmo entendido como endiosamiento... por el amor el hombre es divino... cuando los hombres se enamoran se convierten en dioses..."

Aforismos de Horst Matthai Quelle
Recogidos por Heriberto Yepez





en medio del mundo

sobre el mundo
sin mundo
sin sin
un ·
·
(silencio)



Detecto en mí un leve viraje hacia la vulgaridad más común. Podría decir "tócame los huevos" sin esfuerzo, por ejemplo.
En sí portaba la promesa de un Nuevo Mundo. Resuelto, primero lo crearía. Luego lo regalaría. Después habría de morir. Y ya.
La concreción de su pensamiento. La dispersión de su beneficio.
Pensar es el arte del disfraz con máscara catilinaria.
El límite de la ciudad es del guardador psico-sofista. No importa la profundidad. Es la astucia el decisor. Así te quedarás con las llaves. No juegues a engañarle o te engañarás. Deja que la máscara engañe por ti.
Y ya.
Tu obligación es pasar por el límite de la ciudad. Sobre las manos que el guardador deja muertas sobre la frontera para que las pises. Nada más. Línea sobre línea.
Deja que la máscara viva por ti.
O aprende a retirarte a tiempo.

miércoles, 27 de febrero de 2008



The mountain goats
Woke up new
Densidad del tiempo en la conciencia.
Capaces unos de proyectarla sobre décadas y siglos hacia adelante y hacia atrás.
Y los que no saben lo que hacen en el justo instante.
Sin pasado ni futuro, en el presente bobalicón. Vacas rumiantes.
Los que emulan el tiempo que envidian y desean, los que presumen del "Swatch".
Trascendencia.
Demencia.
Yo.
No-yo.

(On, Off ¿Dónde está el interruptor?)


(Repito ¿dónde cojones está el interruptor?)

Música: Of Montreal - Jimmy

martes, 26 de febrero de 2008



una flecha al horizonte
que allí donde caiga habrás de recoger

ensartarla de nuevo
y disparar
cada vez más lejos

enérgica

hasta que el Viento sea más fuerte

hasta que el tiempo se canse de nosotros
sea como sea


(qué vergüenza, yo sentía respeto por la poesía)

Ya no hay yunques ni martillos ni hierro que se humille
ya...
ya...
ya...
dejemos de decir ya
como golpes de martillo

lunes, 25 de febrero de 2008

Ya no caen hojas de los árboles,
ahora que caigan los árboles.

Vivir es un "copy&paste" de progresión geométrica (?)

Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Un hombre camina. Cada doce pasos piensa. Recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más. Se para y piensa. Entonces recuerda que ya no piensa y camina doce pasos más.

domingo, 24 de febrero de 2008

Me voy a la ducha mientras en la calle llueve. Me parece una coincidencia siniestra. Si ya no puedes sentir cómo los elementos resbalan sobre ti, contra ti, queda el espacio artificial de un plato de ducha y la posterior nube de vapor por todo el cuarto para olvidar que ahí fuera está mojado. Porque un adoquín de basalto siente ya más que yo la humedad del agua.

5:07 am. Añado esto antes de meterme en la ducha: ya no me gusta ver llover.
Cuando dice "power" siento una leve excitación. Qué bien lo pronuncia todo.


Jacques Brel
Ces gens-là
(Me admira la claridad del video)

Ego IV

"No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio. Juzgar si la vida vale o no vale la pena de vivirla es responder a la pregunta fundamental de la filosofía. Las demás, si el mundo tiene tres dimensiones, si el espíritu tiene nueve o doce categorías, vienen a continuación. Se trata de juegos; primeramente hay que responder. Y si es cierto, como pretende Nietzsche, que un filósofo, para ser estimable, debe predicar con el ejemplo, se advierte la importancia de esa respuesta, puesto que va a preceder al gesto definitivo. Se trata de evidencias perceptibles para el corazón, pero que se debe profundizar a fin de hacerlas claras para el espíritu.
Si me pregunto en qué puedo basarme para juzgar si tal cuestión es más apremiante que tal otra, respondo que en los actos a los que obligue.
Nunca vi morir a nadie por el argumento ontológico. Galileo, que defendía una verdad científica importante, abjuró de ella con la mayor facilidad del mundo, cuando puso su vida en peligro. En cierto sentido, hizo bien. Aquella verdad no valía la hoguera. Es profundamente indiferente saber cuál gira alrededor del otro, si la tierra o el sol. Para decirlo todo, es una cuestión baladí. En cambio, veo que muchas personas mueren porque estiman que la vida no vale la pena de vivirla. Veo a otras que, paradójicamente, se hacen matar por las ideas o las ilusiones que les dan una razón para vivir (lo que se llama una razón para vivir es, al mismo tiempo, una excelente razón para morir). Opino, en consecuencia, que el sentido de la vida es la pregunta más apremiante."

Albert Camus
El mito de Sísifo

P.D.: Otra formulación del principio de razón suficiente.

¿Spleen? ¿Dónde?

Splenn, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen, spleen y spleen.

NOSTALGIA


"Abril
me invitó (quien a su vez fue invitada por Sylvia) a escribir 8 cosa que quiero hacer antes de morir. Me he resistido toda la semana a contestar, hoy por fin me he rendido y no estoy muy segura de mis respuestas, ni siquiera si llegaran a ser ocho.

[...]

2. Escribir un sistema filosófico (aquí me sale la vena utópica), no una teoria o un concepto, sino un sistema que redireccione el pensamiento."

Del blog "Estoy pensando... te estoy recorriendo"

Una relación privada, de Fréderick Fonteyne

(El final, hay que ver el final... solamente una pregunta...)

viernes, 22 de febrero de 2008

Ego III

"¿Qué es un hombre rebelde? Un hombre que dice que no. Pero si se niega, no renuncia: es además un hombre que dice que sí desde su primer movimiento. Un esclavo, que ha recibido órdenes durante toda su vida, juzga de pronto inaceptable una nueva orden. ¿Cuál es el contenido de ese "no"?
Significa, por ejemplo, "las cosas han durado demasiado", "hasta ahora, sí; en adelante, no", "vas demasiado lejos", y también "hay un límite que no pasaréis". En suma, ese "no" afirma la existencia de una frontera. Vuelve a encontrarse la misma idea de límite en ese sentimiento del rebelde de que el otro "exagera", de que no extiende su derecho más allá de una frontera a partir de la cual otro derecho le hace frente y lo limita. Así, el movimiento de rebelión se apoya, al mismo tiempo, en el rechazo categórico de una intrusión juzgada intolerable y en la certidumbre confusa de un buen derecho; más exactamente, en la impresión del rebelde de que "tiene derecho a...". La rebelión va acompañada de la sensación de tener uno mismo, de alguna manera y en alguna parte, razón. En esto es en lo que el esclavo rebelado dice al mismo tiempo sí y no. Afirma, al mismo tiempo que la frontera, todo lo que sospecha y quiere conservar más acá de la frontera. Demuestra, con obstinación, que hay en él algo que "vale la pena de...", que exige vigilancia. De cierta manera opone al orden que le oprime una especie de derecho a no ser oprimido más allá de lo que puede admitir.
Al mismo tiempo que la repulsión con respecto al intruso, hay en toda rebelión una adhesión entera o instantánea del hombre a cierta parte de sí mismo. Hace, pues, que intervenga implícitamente un juicio de valor, y tan poco gratuito que lo mantiene en medio de los peligros. Hasta entonces se callaba, por lo menos, abandonado a esa desesperación en que se acepta una situación aunque se la juzgue injusta. Callarse es dejar creer que no se juzga ni se desea nada y, en ciertos casos, es no desear nada en efecto. La desesperación, como lo absurdo, juzga y desea todo en general y nada en particular. El silencio la traduce bien. Pero desde el momento en que habla, aunque diga que no, desea y juzga. El rebelde (es decir, el que se vuelve o revuelve contra algo), da media vuelta. Marchaba bajo el látigo del amo y he aquí que hace frente. Opone lo que es preferible a lo que no lo es. Todo valor no implica la rebelión, pero todo movimiento de rebelión invoca tácitamente un valor. ¿Se trata por lo menos de un valor?"

Albert Camus
El hombre rebelde

El por qué de un colegio de médicos

Creía que la ironía del lenguaje era otra cosa. No existe ambigüedad en las palabras que se profieren cuando el emisor puede equivocarse siempre y el receptor es infalible. Éste siempre puede excusarse a posteriori en los diversos puntos de vista sobre un mismo asunto para justificar la única interpretación con la que marca de por vida al oyente. ¿No se puede deducir de aquí que sólo hay un único y definitivo sentido que aparece y se proyecta al tomar conciencia de él?
Sin ironía es fácil con el tiempo establecer un sistema político de castas.

Nota: Entiendo por ironía la capacidad del hablante y del oyente de sobreponerse al propio significado que las palabras imponen. Este post sería una ironía. En la consulta de un psiquiatra es una planta en extinción, sobre todo desde que se dedican casi exclusivamente al menudeo de droga legal, o sea, al narcotráfico a baja escala.
El post anterior es un síntoma de la propia degeneración.
¿Dónde está el interruptor?

jueves, 21 de febrero de 2008

Querido psiquiatra, amigo mío, ¿es que no sabe que "o" (conjunción coordinada) se escribe sin hache? No "ho", sino "o". ¿Se entera? Gracias, no me debe nada.

Nota: Ruego a los pasajeros de este avión que si alguna vez me pillan cometiendo semejante falta de ortografía me denuncien inmediatamente en la comisaría ortográfica más cercana. Si no la hubiere fusílenme allí mismo.
Nota 2: La anterior nota no está vigente en comunicaciones por MSN.
El ojo de puente que se yergue sobre una sabana y parpadea, y parpadea, y parpadea... No. Sí.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Creo que he perdido completamente el sentido de la ironía. Tengo la percepción que digo cosas con tal seriedad que me las toman en serio.
Madres que procuran a sus hijos una excelente educación a riesgo de no poder entenderlos nunca jamás. Madres que culpan a sus hijos de su propia irresponsabilidad. Mujeres que lloran, no de dolor sino por falta de convicción. Las vereis implorando vuestra confianza. Escoria. Poneos guantes, agarradlas del brazo y devolvedlas a su guardería. No temais el reproche del vulgo. Sin contemplaciones. La plebe es la hija malcriada de una gran madre neurótica. Ella también lo merece.

martes, 19 de febrero de 2008

Oligofrenia estética

"Escultor: trabaja y calla."
¿Cuando entras al baño no cierras la puerta?
¿Y cuando hablas con otro no hay cosas que te callas?
¿Acaso no te percatas que no puedes mirar mi cara cuando hablo?

Hace poco una persona de rostro encantador me dijo que no creía en las fronteras...

(Allá donde no hay belleza nos espera el límite)
Eres un buen poeta. Si te fusilan los malos serás el mejor.
Eres un filántropo. Si te crucifica el Imperio serás el Hijo de Dios.
Hoy soñé que ganaba una competición de natación en una tienda de libros de segunda mano. No recuerdo el premio. Sí recuerdo que me puse desde el principio en cabeza, que llevaba traje de buzo y que tenía miedo a que me alcanzaran.

lunes, 18 de febrero de 2008

Este video me gusta...



...pero se siente la necesidad de coger una escopeta de aire comprimido y disparar a los globitos. Menos al globito de la chica rubia de rebeca verde. A ese no...
Si mi voz muriera en tierra
llevadla al nivel del mar
y dejadla en la rivera.

Llevadla al nivel del mar
y nombradla capitana
de un blanco bajel de guerra.

¡Oh, mi voz condecorada
con la insignia marinera!
Sobre mi corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento una vela.

Rafael Alberti




leviathán impotente
creador de condiciones de posibilidad
anhelante del propio mundo
alguien que busca, y sólo busca, con la esperanza de no encontrar nada
un orden concreto

domingo, 17 de febrero de 2008

¿Dónde está el interruptor?

sábado, 16 de febrero de 2008

Todo es igual. Todo idéntico. Todo se parece a sí mismo menos yo que voy buscando entre las cosas y no me encuentro. Parménides devenido, burro de Buridán.

viernes, 15 de febrero de 2008

"-¿Te llamas Armanda?
Asintió radiante, porque yo lo hubiera adivinado. En aquel momento llegó la sopa, nos pusimos a comer, y ella derrochó una infantil alegría. De todo lo que en ella me gustaba y me encantaba, lo más delicioso y particular era ver cómo podía pasar completamente de pronto de la más profunda seriedad a la jovialidad más encantadora, y viceversa, sin inmutarse ni descomponerse en absoluto, era como un niño extraordinario. Ahora estuvo un rato contenta, se burló de mí con el fox-trot, hasta me dio con los pies, elogió con ardor la comida, observó que había puesto yo gran cuidado en mi indumentaria, pero aún hubo de criticar muchas cosas en mi exterior.
Entretanto, le pregunté:
-¿Cómo te las has arreglado para parecer de pronto un muchacho y que yo pudiera adivinar tu nombre?
-¡Oh, todo eso lo has hecho tú mismo! ¿No comprendes, señor erudito, que yo te gusto y represento algo para ti, porque en mi interior hay algo que responde a tu ser y te comprende? En realidad todos los hombres debían ser espejos así los unos para los otros y responder y corresponderse mutuamente de esta manera, pero los pájaros como tú son todos personas extrañas y caen con facilidad en un encantamiento que les impide ver y leer nada en los ojos de los demás, y ya no les importa nada de nada. Y si uno de estos pájaros vuelve a encontrar así de pronto una cara que lo mira verdaderamente y en la que nota algo como respuesta y afinidad, ¡ah!, entonces experimenta naturalmente un placer.
-Tú lo sabes todo, Armanda -exclamé asombrado-. Es exactamente tal como estás diciendo. Y, sin embargo, tú eres tan completa y absolutamente diferente a mí... Eres mi polo opuesto; tienes todo lo que a mí me falta.
-Así te lo parece -dijo lacónicamente-, y eso es bueno.
Y ahora cruzó por su rostro, que en efecto me era como un espejo mágico, una densa nube de seriedad; de pronto toda esta cara no expresaba ya sino circunspección y sentido trágico, sin fondo, como si mirara de los ojos vacíos de una máscara.
Lentamente, cual si fuesen saliendo a la fuerza las palabras, dijo:
-Tú, no olvides lo que me has dicho. Has dicho que yo te mande, que para ti sería una alegría obedecer todas mis órdenes. No lo olvides. Has de saber, pequeño Harry, que lo mismo que a ti te pasa conmigo, que mi cara te da respuesta, que algo dentro de mí sale a tu encuentro y te inspira confianza, exactamente lo mismo me pasa también a mí contigo. Cuando el otro día te vi entrar en el «Aguila Negra», tan cansado y ausente y ya casi fuera de este mundo, entonces presentí al punto: éste ha de obedecerme, éste se consume porque yo le dé órdenes. Y he de hacerlo. Por eso te hablé y por eso nos hemos hecho amigos.
De este modo habló ella, llena de grave seriedad, bajo una fuerte presión del alma, hasta el punto de que yo no podía seguirla y traté de tranquilizarla y de desviaría. Ella se desentendió con una contracción de las cejas, me miró imperativa y continuó con una voz de entera frialdad:
-Has de cumplir tu palabra, amigo, o ha de pesarte. Recibirás muchas órdenes mías y las acatarás, órdenes deliciosas, órdenes agradables, te será un placer obedecerías. Y al final habrás de cumplir mi última orden también, Harry.
-La cumpliré -dije medio inconsciente-. ¿Cuál habrá de ser tu última orden para mí? -
Sin embargo, yo la presentía ya, sabe Dios por qué.
Ella se estremeció como bajo los efectos de un ligero escalofrío y parecía que lentamente despertaba de su letargo. Sus ojos no se apartaban de mí. De pronto se puso aún más sombría.
-Sería prudente en mí no decírtelo. Pero no quiero ser prudente, Harry, esta vez no. Quiero precisamente todo lo contrario. Atiende, escucha. Lo oirás, lo olvidarás otra vez, te reirás de ello, te hará llorar. Atiende, pequeño. Voy a jugar contigo a vida o muerte, hermanito, y quiero enseñarte mis cartas boca arriba antes de que empecemos a jugar. ¡Qué hermosa era su cara, qué supraterrena, cuando decía esto! En los ojos flotaba serena y fría una tristeza de hielo, estos ojos parecían haber sufrido ya todo el dolor imaginable y haber dicho amén a todo. La boca hablaba con dificultad y como impedida, algo así como se habla cuando a uno le ha paralizado la cara un frío terrible. Pero entre los labios, en las comisuras de la boca, en el jugueteo de la punta de la lengua, que sólo rara vez se hacía visible, no fluía, en contraposición con la mirada y con la voz, más que dulce y juguetona sensualidad, íntimo afán de placer. En la frente callada y serena
pendía un corto bucle, de allí, de ese rincón de la frente con el bucle irradiaba de cuando en cuando como hálito de vida aquella ola de parecido a un muchacho, de magia hermafrodita. Lleno de angustia estaba escuchándola, y, sin embargo, como aturdido, como presente sólo a medias.
-Yo te gusto -continuó ella-, por el motivo que ya te he dicho: he roto tu soledad, te he recogido precisamente ante la puerta del infierno y te he despertado de nuevo. Pero quiero de ti más, mucho más. Quiero hacer que te enamores de mí. No, no me contradigas, déjame hablar. Te gusto mucho, de eso me doy cuenta, y tú me estás agradecido, pero enamorado de mí no lo estás. Yo voy a hacer que lo estés, esto pertenece a mi profesión; como que vivo de eso, de poder hacer que los hombres se enamoren de mí. Pero entérate bien: no hago esto porque te encuentre francamente encantador. No estoy enamorada de ti, Harry, tan poco enamorada como tú de mí. Pero te necesito, como tú me necesitas. Tú me necesitas actualmente, de momento, porque estás desesperado y te hace falta un impulso que te eche al agua y te vuelva a reanimar. Me necesitas para aprender a bailar, para aprender a reír, para aprender a vivir. Yo, en cambio, también te necesito a ti, no hoy, más adelante, para algo muy importante y hermoso. Te daré mi última orden cuando estés enamorado de mí, y tú obedecerás, y ello será bueno para ti y para mí. Levantó un poco en la copa una de las orquídeas de color violeta oscuro, con sus fibras verdosas; inclinó su rostro un momento sobre ella y estuvo mirando fijamente la flor.
-No te ha de ser cosa fácil, pero lo harás. Cumplirás mi mandato y me matarás. Esto es todo. No preguntes nada."

El lobo estepario
Herman Hesse
Aunque apagueis la luz la oscuridad seguira brillando. Entonces apagadla.

Problemas con el teclado.

domingo, 10 de febrero de 2008

Dentro de tu boca hay un monumento dedicado al sol
hablando desde el pozo profundo del cuerpo animado.

(Imagínense Stonehenge, no puedo subirla en estos momentos. Dos monolitos guardan un espacio entre sus fuertes costados de marfil esperando la salida del astro rey.)
Un cibernauta colombiano ha buscado en google: "objetos de fe" y se ha encontrado esto.

viernes, 8 de febrero de 2008

Estérico catolos es el nombre que reciben cada una de las doce motas de polvo que se posan sobre la nariz de un hombre los días de primavera.
¿Qué tienen en común:


-Colette
-Anäis Nin
-Junger
-Pierre Klossowski
y Josep Pla ?

Lauren Ambrose

Claire Fischer. Amante de sociópatas. Cabellos de crepúsculo. Catalizador de lo decadente.

miércoles, 6 de febrero de 2008



Quand on a que la mort
Jacques Brel
Delante del espejo había un ser terrible, un animal, una tormenta.
Ahora sólo hay una frente, una nariz, unos ojos. Sólo eso.
Perdonen, creo que he dicho "ahora". No, me equivoqué, el ahora ya no existe. No hay más que una sucesión de instantes insípidos entre el pasado y un pasado más lejano aún.

martes, 5 de febrero de 2008

Maniquí


Me enamoré. No tenía cabeza. Era maniquí. Llevaba una camiseta de Levi's. Le quedaba espléndida. De noche todos los gatos son pardos. Las maniquíes también.
¿Imaginan levantarse una mañana junto a un maniquí? ¡No!

sábado, 2 de febrero de 2008

Rachel Griffiths



Esas arruguitas en la comisura de los labios...

viernes, 1 de febrero de 2008

¿Veis insurrectos de la vida? Ella si conoce todas las dimensiones de la taza de un water. No como vosotros, mentes escarchadas.

Ripio

Psiquiatra,
psiquiatra de la psiquiatría,
el día que tú naciste
fue mi último día.

Hay objetos que requieren fe. Por ejemplo: la taza del water.

Ella mira la taza del water,
se enamora de la taza del water
pero no ve la mierda por ninguna parte,
¡se la niega a sí misma!
Se sienta sobre los bordes
pero no quiere saber que también se usa de otro modo.
Lo sabe, pero no quiere saberlo,
la taza del water perdería ese resplandor característico.
Ahí sigue sentada
sobre la sacrosanta taza del water,
el sancta santorum de lo que no se quiere ver
y sin embargo está.
Ella la cabalga.
La taza del water.

(Lo más sorprendente es
que un día os dirá: "yo fui inventada por la taza de un water"
cuando de todos es sabido
que nada es causa sui,
ni siquiera la taza del water.)


P.D.: Pido disculpas a todos aquellos, principalmente señoritas, que nunca vieron el lado oscuro de una taza del water en su puñetera vida. Espero que este breve escrito les haya revelado una nueva dimensión de la realidad.


Imagen: Ventana y taza del water, Antonio López