domingo, 1 de junio de 2008

Me irrita haber perdido la finura. Me enfada, me angustia ¿dónde están mis escrúpulos al hablar? ¿dónde esta la distancia con las cosas? Aunque se hayan esfumados los pecados no se han ido sus castigos. ¿Y por qué sólo hablo ahora de sentencia en sentencia? ¡Por qué mi cabeza ha perdido todo enlace consigo misma! ¡Está hecha pedacitos!

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