jueves, 19 de marzo de 2009


-¿Vas a reírte de tu abuela, que es tu abuela?

-Sí, como tú durante toda tu puta vida de casada, maldita z...

Esa preguta, retórica, dicha delante del hijo, es aun más hiriente. Pilatos lavándose las manos.

Está más que claro que jamás ha roto (ni romperá) ningún plato. Más bien al contrario: todo a su alrededor florece alegre.

Si ella es capaz de decir un día una cosa y luego otra es que yo siempre me tomé demasiado en serio su vida. Por eso el apartamiento en su casa.

No hay comentarios: