domingo, 18 de noviembre de 2007

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«No puedes probar lo inefable, ¡oh hijo mío, ni puedes probar el mundo en que te mueves; no puedes probar que eres cuerpo sólo, ni puedes probar que eres sólo espíritu, ni que eres ambos en uno; no puedes probar que eres inmortal, ni tampoco que eres mortal; sí, hijo mío, no puedes probar que yo, que contigo hablo, no eres tú que hablas contigo mismo, porque nada digno de probarse puede ser probado ni desprobado, por lo cual sé prudente, agárrate siempre a la parte más soleada de la duda y trepa a la Fe allende las formas de la Fe!»

"El sabio antiguo", Tennyson


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4 comentarios:

Anónimo dijo...
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Napoleón Lasagabaster dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

jajajaja

Napoleón Lasagabaster dijo...

quien eres?