
Ruego
Oh! Cáliz!
Aparta de mí este Cristo
éste mugroso
infeliz
enfermo
quejumbroso y moribundo
éste tieso y quieto Cristo ya vencido
Apártalo y acógeme
en el seno sagrado de tu tibio dulzor perlado y suave
Oh Cáliz!
Aparta de mí este Cristo
Señor de las masas sucias y gimientes
Predicador de vanas esperanzas y de amores sin lucro ni intereses
Perdonador empedernido y reincidente de malhechores
garcas
traidores
y malévolos de todas la especies y colores
Revolucionario de mariposas y gorriones
Condenado a las burlas
a los escupitajos
y al escarnio
Oh! Cáliz!
Segrégalo de mí!
Quítamelo!
Cáliz de vino teñido
en esa sangre tan escandalosamente inmaculada
déjame de tu lado
y acepta que me llene de vos
y te posea
Lejos del nazareno que tortura conciencias
y siembra caridades y esperanzas
mantenme refugiado
Oh Cáliz!
Dame la embriaguez que tanto necesito
Y no me dejes caer en su compasión
Y líbrame del bien y de los buenos
De Ignacio Osorio.
Afortunadamente encontrado aquí.
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2 comentarios:
Me parece increíble! Este tipo es un genio de la poesía! Hace rato que no leía algo así. Te felicito por publicar a este poeta.
Laura
Hola Laura, ¿qué tal?, ¿cómo va todo?
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