
Conspirar contra lo que es dejando las cosas como están.
El futuro de la anarquía es la discreción, como lo ha sido siempre.
El anarca se remonta para asomarse a la ventana, y ahí debe callar.
Las cosas deben cambiar sin que lo parezca, excepto para el anarca.
Pues el tormento del anarca habla: ¿cambiaron tan sutílmente las cosas? ¿o el leve rasguño del viento me transformó a mí para siempre?
De lo contrario:
-muerte por aburrimiento, tedio y hastío,
-o muerte en microguerras atávicas entre tribus y hordas
Por último, decir: el anarca ama el azogue de todos los espejos y ahí habita su ánimo.
El anarca contradice sus primeras intenciones porque ésta no es su última palabra, sino ésta: un anarca lee "El nombre de la rosa" al revés.
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