jueves, 6 de noviembre de 2008

Cogía el lápiz y veía como ese lápiz moría en mis manos -¡pobre lápiz prostituido!-.
Eso es lo maravilloso de saber que todo se pudre irremisiblemente a distinta velocidad.

(De pequeño me parecía imposible que un boligrafo Bic llegase a gastarse. Más tarde empecé a percatarme de que incluso yo mismo los gastaba. Un boli Bic gastado era para el pequeño Napoleoncito una demostración de que, efectivamente, todo pasa. Todavía ahora sigue pareciéndome maravilloso ver un Bic gastado. ¿Todavía?)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que implica un bic gastado?

Napoleón Lasagabaster dijo...

¿Al principio de unas vacaciones de verano no le parecían que era casi imposible que pasasen tres meses y sin embargo pasaban?

Eso.