sábado, 10 de mayo de 2008


"Conozco las leyes del mundo, y te las regalaré."

Solo y en silencio acumulé un pequeño tesoro sobre todas las cosas.
Mis manos vacías.
Las articulaciones paralizadas.
Corrí tanto, con los dientes tan apretados, que he llegado con 29 meses de adelanto a todas partes.
Por encima de mi propia rabia, perdí la perplejidad, causa de la rabia, corriendo... corriendo...

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