Mi corazón, mi corazón está triste,
pero mayo brilla alegre;
estoy de pie, apoyado al tilo,
arriba en la viejas murallas.
Allá abajo discurre el agua azul
de los fosos, en calma tranquila;
un muchacho va en una barca,
y pesca y silba además.
Más allá se yerguen amables,
en diminuta y abigarrada figura
villas, jardines, y hombres,
y buques, y prados y bosque.
Muchachas blanquean la ropa,
y saltan en torno por la hierba:
la rueda del molino pulveriza diamantes,
y oigo su lejano zumbido.
Junto a la vieja torre gris
hay una pequeña garita;
un mozo de guerrera roja
marcha allí arriba y abajo.
Juega con su mosquetón,
que lanza destellos al rojo del sol,
presenta armas, pone arma al hombro -
yo quisiera que me matara de un tiro.
Heinrich Heine
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