miércoles, 28 de mayo de 2008

Se conocen las leyes por las cuales una bombilla se enciende al apretar un interruptor. Sin embargo, la concatenación de causas físicas desde la bombilla hasta el interruptor jamás traspasará la falange del dedo de quien lo apretó. ¿Quién encendió la luz y para qué? No se sabe.

¡Que alguien apriete ya el interruptor!

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