Y en esto consiste el amor al prójimo: en hacer el bien sin mirar a quién. ¿Para qué mirar la peculiaridad del otro? ¿no somos todos iguales? ¿igual de bobos, de estúpidos, de ciegos? No, por favor, no quiero ser yo más que nadie... si no es para hacer el bien.
lunes, 14 de enero de 2008
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