martes, 7 de octubre de 2008

Chantaje cartesiano

La mayoría de clases eran un chantaje. Había que ir a ellas sólo para saber qué se explicaba de cara a un examen, (porque los programas de la asignatura los obviaban descaradamente) como si el profesor fuese más importante que Descartes. Y lo peor es que sospechaba muy seriamente, todos lo hacían, incluso el profesorado, que la culpa era del propio Descartes.


(La culpa consistía en algo así como separar la cosa de la representación de la cosa y tomar a ésta por la cosa misma de modo que el resultado era la sensación de estar viviendo en un mundo geometrizado y lleno de conceptos, todo muy abstracto, y muy negro, y blah, blah, blah...)

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