El cuñado de la dueña de la casa le ha negado por tres veces, como Pedro antes del alba, que eso haya sido un portazo. ¿Habrá tenido él más razón que yo? ¿Será que él está enfermo como yo? ¡Que comparezca inmediatamente un psiquiatra-cerrajero para dilucidarlo!
domingo, 28 de diciembre de 2008
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