En verdad en las grandes ciudades el hombre puede quedarse solo como apenas le es posible en cualquier otra parte. Pero allí nunca puede estar a solas. Pues la auténtica soledad tiene la fuerza primigenia que no nos aísla, sino que arroja la existencia humana total en la extensa vecindad de todas las cosas.
Martin Heidegger, ¿Por qué permanecemos en provincia?
martes, 16 de diciembre de 2008
Soledad no es aislamiento social
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